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16-07-2020

El cuerpo en la virtualidad (juegos en red)

La pandemia ha reemplazado los espacios de juego de nuestros niños.

El cuerpo en la virtualidad (juegos en red)

Se acabó el intercambio con pares en el recreo, la posibilidad de jugar al fútbol en la hora libre o el correr libremente por la terraza del colegio hasta que te llamen. Los departamentos en que vive la mayoría de la población en la Ciudad de Buenos Aires tampoco permiten el despliegue corporal que requiere un niño en edad de crecimiento y el aislamiento social obligatorio impide el encuentro con compañeros, amigos y familiares.

Frente a tanta restricción social y motora, la tecnología interviene creando otros espacios de acción donde los niños "sienten" que pueden encontrarse con sus amigos y divertirse, dos necesidades básicas de la infancia: jugar y socializar.

La virtualidad funciona entonces como nuevo espacio de acción contemporánea, cumpliendo el sueño de comunicarse y tocarse sin estar físicamente con otros. Sin embargo, para poder generar esa comunicación se produce una desestructuración a nivel del cuerpo del sujeto. Se generan nuevos sentidos de presencia ya que el ingreso al mundo virtual implica en un punto la propia desaparición física así como la desaparición del espacio que nos rodea. El mundo virtual es un lugar sin lugar y sin tiempo (real).

En los juegos online el niño queda reflejado en un avatar tecnológico, desaparece de sí mismo para encontrarse en una simulación (como podría ser la de Fornite, Minecraft o Mundo Gaturro entre otras). Entrar en esa realidad alternativa significa abandonar nuestra realidad tridimensional y quedar reducido a la bidimensión de la pantalla virtual. Es similar a atravesar la superficie de un espejo y perder la referencia de lo que queda de este lado.  Actuar en la virtualidad permite entonces interactuar con otros, pero esos otros no dejan de ser cuerpos ausentes.  Es una invitación fascinante pero turbadora a la vez.

Hoy por hoy no quedan muchas otras opciones para que nuestros hijos cumplan con la cuarentena y satisfagan sus necesidades vitales. Pero recordemos que también existen otros modos de comunicación (la llamada telefónica, el zoom , el intercambio de mensajes de texto o audio) y otros modos de jugar (los juegos de mesa, de construcción, juegos de rol) que podemos habilitar y compartir con ellos.

Lic. M. Magdalena Sabella
Psicopedagoga
mmsabella@yahoo.com

https://psicopedagogiareflexiones.blogspot.com

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