Nos visitaron Juan Pablo Pereira y Juan Pablo Antonelli, dos de los actores protagonistas de Tanguito Mío.
¿Cuánto hace que están en la obra? ¿Cómo fue empezar con esto?
JPP: La obra arrancó hace 5 temporadas, o sea 5 años. Fue una producción de Comedia de la Provincia, en la Ciudad de La Plata. En mi caso en particular iba a ingresar en la comedia pero no había contrato, porque no había contratos para elenco externo. Luego, entré como uno de los personajes cuando se estrenó en el Maipo, que fue en el 2013 que se hizo 2 temporadas. Que fue muy bien de público. Además es el teatro para toda la familia, iban los padres, los abuelos. Posteriormente, gana el premio Nacional de Cultura del Ministerio Cultura de Nación, y ahí Gastón, que es el director y guionista, decide llevarla a la calle Corrientes.
JPA: Ahí entro yo. Y arrancó un elenco batalla para giras, e hicimos toda la Provincia de Buenos Aires.
JPP: Los 4 domingos de septiembre vamos a estar en el Teatro del Cubo. Y en octubre el Centro Cultural Kirchner. Es un lindo proceso, espectáculo, y funciona muy bien. Es una dinámica que se disfruta mucho.
¿Desde qué edad empiezan a disfrutar del show?
JPP: La obra es para nenes de 7 a 13 años, pero como la puesta es colorida y hay coreografías logra que los nenes más chicos se enganchen. Todo es muy vistoso.
JPA: Es un espectáculo muy equilibrado desde lo estético, lo coreográfico, lo musical y lo actoral. Entonces cuando logras eso siempre hay un lugar de tensión que engancha al público.
¿Cuál es la parte que más les gusta de la obra?
JPP: La disfrutamos mucho porque justamente es muy disfrutable. La coreografía primera y última que me encantan. Hay música de Tato Finocchi que es muy buena. La escena de la pelea en el conventillo que salen todos los personajes es bárbara! Es algo que conversamos entre todos que tal vez no disfrutas tanto haciendo otras obras, pero justamente ésta nos pasa todo lo contrario.
JPA: La parte del casamiento es muy divertida! La obertura es preciosa, combina tangos clásicos y la puesta ahí es impecable.
¿Cómo nace la vocación de ser actor en ustedes?
JPA: Lo mío empezó como una búsqueda de juego. No empecé con el objetivo de ser actor, sino que empecé con talleres y que me fue enganchando muchísimo, luego seguí con seminarios, y para mí es fundamental en mi vida. Empecé reemplazando a un compañero en una obra muy autogestionada de Alicia en el país de las maravillas. Cuando Tanguito Mío llegó al Maipo, Gastón, que era mi profesor me llamó para que nos sumáramos al elenco, aunque previo habíamos trabajado en la producción de la obra.
JPP: Yo arranqué en 1986 con los talleres. Siempre me había atraído el trabajo. Tenía una necesidad de comunicar y expresarme y lo canalicé por el lado de la actuación. En mi casa hacía todas las semanas obritas de teatro y a mis padres les encantaba. Ahí expresaba lo que me costaba decir. Y ahí llegué a Buenos Aires y entré en un taller de Ana María Campoy (madre de Pepito Cibrián) y ahí arranqué. Y ahí empecé a trabajar en distintas obras, trabajé en Capital, en La Plata y en el resto del país. Hice la carrera de actuación en La Plata entera. La regularidad de trabajo me dio mucho, pero siempre voy sumando otras cosas como dirección de obras y otras filmaciones, pero gracias a él hice mi casa, compré mi auto y pagué deudas de mi familia. A veces las circunstancias no te dejan elegir, aunque estoy en un momento que estoy eligiendo un poco más qué hago. Y esta obra la elegí y por eso estoy tan contento con ella.
¿Quiénes los influyeron como referentes artísticos?
JPP: Ana María Campoy desde la comedia musical. El grupo de teatro La Gotera de La Plata, con quienes hice muchas obras de teatro. Ahí entendí como a nivel independiente a hacer shows pero que permiten ingresos. También Gastón, director y guionista de esta obra, con quien nos conocemos desde hace tiempo pero nos vinculamos desde no hace tanto, que fue cuando hicimos “Dorrego y Lavalle” que era una ficción de qué hubiera pasado si Dorrego y Lavalle se hubiesen encontrado, dentro del marco de teatro histórico de Lito Cruz.
JPA: Yo no sé si tengo un referente tan claro. Pero seguro que son con quienes me voy encontrando: Gastón, el elenco de Tanguito Mío, el resto de los elencos con los que trabajé, porque trabajan mucho y saben mucho. Tienen mucho oficio. Y conozco la cocina entonces hay un extra. También me gusta Ricardo Darín, Rodrigo de la Serna, pero me gusta mucho ver a mis compañeros, de ellos es de quien más aprendo.
¿Cómo es trabajar en equipo?
JPP: Nos llevamos muy bien. En las giras uno comparte mucho. No solo no hubo nunca un problema, sino justamente hubo grandes momentos. No somos un grupo de juntarse a comer asados todos los días, pero el grupo humano es bárbaro! No hay egoísmos ni individualismos.
¿Cómo cambió el teatro, no?
JPP: Ahora hay teatro en escuelas. Entonces hay una nueva generación que está más acostumbrada al teatro. Se generó espectadores, cuando a nosotros no nos habían llevado tanto al teatro. Y es fundamental que el teatro en la escuela esté dentro de la currícula, que sea educativo. Y que haya más producción infantil, porque son los futuros espectadores, y que esa producción infantil sea trabajada, elaborada. Tener acceso tan fácil a través de internet a todo, es más difícil que venga al teatro. La tecnología hace que se ganen cosas y otras se pierdan.
JPA: Hay que diferenciar las experiencias, ir al teatro no es lo mismo que el cine. El arte y los valores sobre todo en el mundo de los chicos.
¿Cuáles son los valores que quieren transmitir?
JPP: En lo personal, es otra mirada de las cosas. Siempre tanto de darles, equivocado o no, otra mirada de las cosas. Encontrar una vuelta para que el que observa pueda tener una mirada distinta de las cosas. Desde lo artístico, Tanguito Mío tiene un montón de mensajes. Y la amistad, la historia, el rescate del tango. No es una apuesta sencilla, sino que es una apuesta fuerte a nivel artístico en un espectáculo para chicos. Tiene el mensaje de la convivencia, de lo social, de lo afectivo, donde en un conventillo era más una familia que vecinos.
JPA: Desde la obra hay 2 momentos. En la obra están los sueños, los sueños de los inmigrantes, cómo salir a flote, y hay un montón de valores más. Y también se trabaja desde que la familia se una, y eso tiene que ver también con cierto combate a la tecnología. No es aplaudir y entretener un rato. Sino que los espectadores lo sienten, vienen los papás emocionados, y eso es un valor.
¿Cuándo sienten que su carrera hizo click?
JPP: Mi primer click fue cuando cobré mi primer trabajo, porque cambia la cabeza. Tal vez incluso mi primer contrato fue mi primer click, que fue a los 20 años, “te vamos a pagar para que muestres tu arte”… eso fue un click. La obra de Tanguito Mío es un click, porque fue un proceso distinto, muy lindo, porque le fue muy bien, porque conocí gente linda, confirmé afectos como el de Gastón.
JPA: Si bien mi carrera no es muy extensa y recién estoy empezando, me está yendo muy bien. Mi click es Tanguito Mío, porque es un desafío y una responsabilidad conjuntamente. Tanguito ya venía de un desafío muy bueno, entonces tenía la responsabilidad de tomar un papel protagónico, y en un mes cantar, bailar, andar en sancos…
¿Qué más les gusta: actuar, cantar, bailar?
JPP: Me gusta actuar e improvisar. También me gusta cantar y bailar me encanta. Estoy justamente estudiando baile, pero respeto mucho las ramas, lo último que hice fue tap.
JPA: A mí lo que más me gusta es actuar, componer un personaje. Y el resto viene parejo. Bailar requiere mucho tiempo.
¿Qué creen que a los chicos les gusta más del show?
JPA: Los personajes. Creo que se enganchan mucho con los personajes. Se llevan el malo, la historia de amor entre Milonguita y Tanguito. Y se enganchan con la actuación, que es medio como un dibujito animado.
JPP: Coincido. Los chicos creo que se llevan muchas cosas, pero coincido con que más los personajes y lo que se quiere transmitir de la obra.
¿Próximos planes?
JPP: Seguir con la obra, porque es muy buena. Y en corto plazo en octubre en el Centro Cultural Kirchner.
JPA: Y entonces la cuestión es seguir presentándola por donde podamos, aunque es una obra de muchos actores, que necesita armar un conventillo, luces, apagón total, etc.
Y para lo último, lo que nosotros llamamos la “Reflexión Todoinfantil”, algún comentario o consejo que quieran dejarles a los papás de los chicos que visitan TODOINFANTIL.COM
JPP: Creo que la comunicación, el diálogo, el respeto y de ahí parte todo. Entre padres e hijos y entre todos. La gran mayoría de las circunstancias negativas de los procesos de un chico tiene que ver con la falta de vínculo, donde hay algo que el chico se está perdiendo, hay algo que no se está dialogando, hay algo en lo que no se está llegando. El bullying tiene que ver justamente con eso, con el vínculo, con el diálogo. Esa debilidad supuesta, es sensibilidad. Si la conocés a la otra persona, conocés su historia y cambia todo. Mirar menos tele y hablar más.
JPA: Yo creo que la comunicación es fundamental. Hoy se puede hablar de todo, y eso es un crecimiento, pero cada vez se habla menos, entonces hay que buscar el espacio, y el responsable de generar ese espacio es el adulto.
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